La bienaventuranza del que teme a jehova

Bienaventurado Todo Aquel Que Teme A Jehová, Que Anda En Sus Caminos.

Cuando Comieres El Trabajo De Tus Manos, Bienaventurado Serás, Y Te Irá Bien.

Tu Mujer Será Como Vid Que Lleva Fruto A Los Lados De Tu Casa; Tus Hijos Como Plantas De Olivo Alrededor De Tu Mesa.

He Aquí Que Así Será Bendecido El Hombre Que Teme A Jehová.

Bendígate Jehová Desde Sion, Y Veas El Bien De Jerusalén Todos Los Días De Tu Vida,

Y Veas A Los Hijos De Tus Hijos. Paz Sea Sobre Israel. Salmo 128:1-6

Introducción.-

Todos queremos ser bendecidos y que esta bendición alcance a todos los nuestros, por eso es necesario conocer la bendita palabra del Señor y vivir conforme a ella. En este salmo el Señor nos dice que es lo que necesitamos hacer para ser bendecidos por él.

I Bienaventurado Todo Aquel Que Teme

El Temor a Dios es OBEDIENCIA a sus mandamientos en todo lugar, en todo momento, con cualquier persona, y en cualquier situación.

En otras palabras, obedecer a Dios es: ¡vivir dentro de su VOLUNTAD!

El temor a jehová nos introduce a andar en los caminos del Señor

Sí toda tu vida es conducida dentro de los caminos de la voluntad del Señor, él promete: “He aquí, que así será bendecido el hombre que TEME a Jehová... el que ANDA en sus CAMINOS”.

II ¿Qué es andar en los caminos de Dios?

El Señor quiere que conozcamos sus caminos para que podamos andar en ellos. Pero, al igual que Israel, no lo escuchamos y, en cambio, trazamos nuestro propio camino a lo largo de la vida. Como resultado, experimentamos sufrimientos innecesarios —un alto precio por la desobediencia. Debemos recordar que, aunque andar en los caminos de Dios puede llevarnos a través de valles dolorosos, siempre contamos con su gracia para fortalecer nuestra fe y brindarnos consuelo y aliento. Pero renunciamos a esas misericordias si nos rebelamos y seguimos nuestro propio camino.

Entonces, deténgase a pensar si su vida está alineada con los caminos del Señor o con los suyos. Él siempre nos guía en SANTIDAD, SABIDURÍA, FE Y OBEDIENCIA. Pero nuestros caminos son el resultado de la comodidad, el interés propio, la autopromoción y el razonamiento humano. El camino del Señor siempre es el mejor, y el nuestro suele ser costoso.

III Resultados de andar en temor y en los caminos de Jehová

Tu trabajo será bendecido

- Porque lo haces en la voluntad del señor. Es decir, has orado por tu trabajo y sigues orando por tu trabajo todos los días.

- Lo haces conforme a la palabra del señor. La Escritura nos enseña cómo debemos de trabajar, a través de nuestro trabajo honramos a Dios.

- Cumples con la palabra del Señor. La palabra del Señor nos enseña que debemos de traer nuestras ofrendas, primicias y nuestros diezmos.

Bienaventurado serás y te ira bien, serás feliz con los frutos de tu trabajo, tendrás paz ,tendrás alegría, tu salud estará bien, porque se irán todas tu preocupaciones económicas.

Tu familia será bendecida

Porque el Señor compara a la mujer como la vid

La vid es una planta resistente cuando es sembrada, en el pueblo judío la vid se sembraba junto a las casas, esta proveía básicamente 2 cosas protección del calor en el verano y sus frutos para comer.

La esposa será justamente como la vid una mujer plantada con fuertes raíces en la palabra del Señor.

Dara frescura a su esposo e hijos al venir a casa cansados de un mundo que vive sin cristo y que en muchos casos afecta a su familia, pero también dará el alimento espiritual a los suyos para que puedan ser luz.

Los hijos como plantas de olivo

Con el paso del tiempo, los israelitas descubrieron que los olivos se crecían muy bien junto a las vides y empezaron a sembrarse así en las casas.

¡Qué mejor lugar de los pequeños al estar con su mamá! Alrededor de la mesa. El olivo empieza a dar sus primeros frutos a los 6 años, que es el tiempo en que los estudiosos dicen que es el tiempo en que el ser humano adquiere hábitos y valores, que serán para toda su vida. Así nuestros hijos serán formados en sus hábitos y valores conforme a la palabra de Dios

Conclusión.-

El Señor reafirma su promesa al hombre que le teme, una promesa que dura todos los días de su vida, una bendición en su economía y en su familia; además gozara de larga vida porque vera a los hijos de sus hijos.

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